Monolito

Convencido de que existe un «hilo rojo» entre las distintas producciones, Renato D’Onofrio se interesa por la arquitectura, la restauración, el mobiliario y el diseño. En cada ámbito, combina la contemporaneidad con la historia, entendidas como experiencias que esperan ser exploradas con «ojos nuevos». En particular, en el diseño interpreta las necesidades y deseos de los usuarios, por lo que adopta una postura equidistante del Funcionalismo como fin en sí mismo y del resultado estético incapaz de ir más allá del placer de la vista; sostiene que la verdadera belleza de un objeto desciende de su composición armoniosa y de la comodidad que proporciona durante su uso. D’Onofrio cree que cualquier objeto debe disfrutarse no sólo con los ojos, sino también con el tacto e incluso con el olfato; por estas razones, busca los mejores materiales, aplica técnicas de construcción adecuadas al tema del diseño y cuida hasta el más mínimo detalle formal.